Parece que el avance tecnológico que se está viviendo desde hace un tiempo no viene sólo. Como ya mencioné, no serán sólo algunos elementos los que facilitarán la vida cotidiana de las personas, sino que se está pensando (algunas cosas en el campo de las conjeturas) que los cambios serán mucho más radicales.
Ya estamos acostumbrados a tener aparatos como los celulares que comenzaron siendo nada más que un teléfono el cual se podía llevar a todos lados, para luego ir incorporando otras particularidades como internet, cámara fotográfica, grabadora de sonidos, mapas, etc.
Pero cuando nos referimos a lugares inteligentes vamos mucho más lejos que la simple tecnología de un teléfono celular al cual ya estamos habituados. Los lugares inteligentes responderán por nosotros, atenderán y se anticiparán a los hechos de formas inpensables, también nos brindarán servicios que no ll
egamos a imaginar.
Viajando un poco al campo de las conjeturas, podemos pensar en que existirán redes ajustadas al cuerpo humano con pequeños aparatos que cumplirán la tarea de atender los pedidos más inmediatos en materia de salud y confort corporal.
No parece posible ¿Cierto?
Pero nuestra ropa estará llena de bits.Todos los objetos a los que estamos acostumbrados (esos que almacenan, registran y procesan información) serán más pequeños, casi diminutos, y con una inteligencia muy superior a los actuales.
El proceso que comenzó con los teléfonos, como mencioné anteriormente, seguirá adelante y cada vez será más y más grande.
Todo será inteligente, la ropa, los calzados, las carteras, los sombreros, las pulseras, etc. Todos estarán adaptados para cumplir alguna función en particular.
Muchas de estas llamadas "redes corporales" no necesitarán estar las 24 horas del día conectadas a una red, sino que dependerán de una memoria interna y quizás funcionarán en modo conectar/cargar.
Otra característica interesante de estos objetos inteligentes es el hecho de que pueden conectarse entre ellos por medio de mínimos circuitos o conexiones entretejidas.
Ya estamos acostumbrados a tener aparatos como los celulares que comenzaron siendo nada más que un teléfono el cual se podía llevar a todos lados, para luego ir incorporando otras particularidades como internet, cámara fotográfica, grabadora de sonidos, mapas, etc.
Pero cuando nos referimos a lugares inteligentes vamos mucho más lejos que la simple tecnología de un teléfono celular al cual ya estamos habituados. Los lugares inteligentes responderán por nosotros, atenderán y se anticiparán a los hechos de formas inpensables, también nos brindarán servicios que no ll
egamos a imaginar. Viajando un poco al campo de las conjeturas, podemos pensar en que existirán redes ajustadas al cuerpo humano con pequeños aparatos que cumplirán la tarea de atender los pedidos más inmediatos en materia de salud y confort corporal.
No parece posible ¿Cierto?
Pero nuestra ropa estará llena de bits.Todos los objetos a los que estamos acostumbrados (esos que almacenan, registran y procesan información) serán más pequeños, casi diminutos, y con una inteligencia muy superior a los actuales.
El proceso que comenzó con los teléfonos, como mencioné anteriormente, seguirá adelante y cada vez será más y más grande.
Todo será inteligente, la ropa, los calzados, las carteras, los sombreros, las pulseras, etc. Todos estarán adaptados para cumplir alguna función en particular.
Muchas de estas llamadas "redes corporales" no necesitarán estar las 24 horas del día conectadas a una red, sino que dependerán de una memoria interna y quizás funcionarán en modo conectar/cargar.
Otra característica interesante de estos objetos inteligentes es el hecho de que pueden conectarse entre ellos por medio de mínimos circuitos o conexiones entretejidas.
Es increible, ¿no?
Pero esto no parece terminar aquí...
Ideas extraídas de:
- e-topía - William J. Mitchell
Imágen:
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